En un estudio publicado por Michon et al., en el 2022 sobre el uso de toxina botulínica en pacientes jóvenes, nos plantean las siguientes ideas claves sobre el envejecimiento y uso de tratamientos estéticos en pacientes jóvenes.
-Inevitabilidad del Envejecimiento Facial: El envejecimiento facial lleva a una disminución de la función celular y a cambios en la piel, músculos, ligamentos, grasa y huesos, afectando el fenotipo del envejecimiento y la percepción social del mismo.
-Cambio de Enfoque en Jóvenes Adultos: Los adultos jóvenes están priorizando la prevención sobre la corrección de los signos del envejecimiento facial, lo que lleva a la emergencia del concepto de «prejuvenecimiento» en la medicina estética.
-Popularidad de la Toxina Botulínica (BoNT): La NTBo (neurotoxina botulínica) es actualmente el tratamiento cosmético más popular a nivel mundial en todos los grupos de edad adulta, impulsado por el envejecimiento de la población y la demanda creciente de prevención de arrugas faciales entre los adultos jóvenes.
-Aumento del Uso de BoNT en Jóvenes: Se observa un aumento significativo en el uso de BoNT entre pacientes menores de 30 años, con expectativas de que esta tendencia continúe creciendo hacia 2025.
Y este estudio tuvo como objetivo la revisión y encuesta: La revisión y encuesta busca determinar la dosis óptima y el patrón de dosificación actual de NTBo cosmética en pacientes jóvenes versus mayores y comprender los motivadores para buscar tratamiento.
Resultados del estudio:
Resultados de Seguridad: Solo dos de los cuatro estudios reportaron resultados de seguridad asociados con la inyección de BoNTA para tratar líneas de la frente y glabela. Se observó una mayor incidencia de efectos adversos (EA) en millennials en comparación con no millennials, siendo el dolor de cabeza el más común.
Resistencia a BoNTA: Se reportó una posible resistencia clínica a BoNTA en prácticas coreanas, con un 46,3% de dermatólogos informando casos de resistencia.
Medidas de Resultado Informadas por el Paciente (PRO): Dos estudios mostraron una mayor satisfacción en millennials tras recibir BoNTA, evaluada mediante cuestionarios que miden el impacto psicológico del tratamiento y la apariencia.
Estudio de Práctica Clínica Actual con Toxina Botulínica A: Participaron 141 profesionales de la estética, con la mayoría ejerciendo en Canadá y el Reino Unido, y un alto porcentaje (71,6%) con más de 10 años de experiencia.
Prácticas Actuales de Onabotulinumtoxina A: Se encontró que tanto hombres como mujeres jóvenes recibían dosis menores de onabotulinum en comparación con los mayores en el tratamiento de las arrugas periorbiculasres,, líneas glabelares y arrugas de la frente, con diferencias significativas observadas en cada grupo.
Los autores concluyeron:
Seguridad y Resistencia a BoNTA: Se reportaron efectos adversos más comunes en millennials, con un dolor de cabeza siendo el más frecuente, y una posible resistencia clínica a BoNTA observada en un 46.3% de dermatólogos coreanos.
Satisfacción del Paciente con BoNTA: Millennials mostraron una mayor satisfacción tras recibir BoNTA, con impactos positivos en su apariencia y bienestar psicológico.
Estudio de Práctica Clínica Actual: Participaron 141 profesionales de la estética, principalmente de Canadá y el Reino Unido, con un enfoque predominante en BoNTA y años de experiencia en medicina estética.
Diferencias en Patrones de Dosificación: Se observaron variaciones significativas en las dosis de BoNTA entre diferentes grupos de edad y profesiones, así como diferencias geográficas en la cantidad de unidades inyectadas.
Percepciones y Resultados Post-Tratamiento: Los pacientes jóvenes informaron sentirse más atractivos y seguros después del tratamiento, mientras que los pacientes mayores expresaron estar más felices y cómodos con los demás, destacando las diferencias en las percepciones y resultados entre grupos de edad.
Referencia: Michon A. Botulinum toxin for cosmetic treatments in young adults: An evidence-based review and survey on current practice among aesthetic practitioners. J Cosmet Dermatol. 2023; 22: 128-139. doi: 10.1111/jocd.15513