En un artículo publicado en octubre de 2023, por Clark et al. realizan una revisión acerca de filler faciales y actualización sobre los usos relacionados con la anatomía y los tipos de fillers. El envejecimiento facial incluye pérdida de volumen en los compartimentos de grasa subcutánea y descenso de estructuras faciales, resultando en una apariencia de cara vaciada y cambios característicos como pliegues nasolabiales más pronunciados.
Los rellenos faciales son claves para restaurar el volumen facial perdido y atenuar líneas finas y arrugas, siendo el segundo procedimiento cosmético no quirúrgico más común en EE. UU.
Que debe cumplir el profesional de salud a la hora de administrar sustancias de relleno un conocimiento profundo de la anatomía facial y técnicas de inyección, dada la naturaleza riesgosa de los procedimientos.
Un relleno ideal debe ser biocompatible, inmunológicamente inerte, mantener el volumen, tener durabilidad, ser reversible, parecer y sentirse natural, y ser económico.
Anatomía Facial detallada aplicada a rellenos:
- El sistema musculoaponeurótico superficial (SMAS) es crucial, ya que por él viajan vasos y nervios importantes.
- La comprensión de las capas supra-SMAS y sub-SMAS es esencial para determinar la profundidad de inyección adecuada.
Compartimentos de Grasa Facial:
- Tercio superior: Incluye cinco compartimentos de grasa en la frente y el temporal, con diferenciación clara entre los compartimentos orbitarios superiores, inferiores y laterales.
- Tercio medio: Se divide en regiones sub-SMAS y supra-SMAS, con atención particular en la ubicación de la arteria angular y el manejo de los compartimentos grasos.
- Tercio inferior: Contiene la almohadilla grasa retroorbicular de la boca y la región perioral, con énfasis en la arteria facial y las ramas labiales.
Enfoque en la Inyección y Anatomía Facial: La correcta elección de los puntos de inyección y el conocimiento detallado de la anatomía facial son fundamentales para lograr resultados exitosos y evitar complicaciones en los tratamientos con rellenos faciales.
La práctica de usar rellenos faciales comenzó a finales del siglo XIX con la parafina, seguida por la silicona líquida en los años 60, pero ambas sustancias tuvieron complicaciones significativas.
Existen actualmente rellenos faciales más seguros y efectivos, clasificados según su duración de acción, uso previsto y propiedades.
¿Cúales son los rellenos más populares?
Ácido Hialurónico (HA): Es el relleno más popular, con diversas formas y propiedades viscoelásticas. Restylane fue el primer HA aprobado por la FDA en 2003. El HA es natural en el cuerpo, tiene baja reacción inmunogénica y estabiliza la matriz extracelular.
Hidroxiapatita de Calcio (CaH): Un relleno semi permanente que estimula la síntesis de colágeno y dura más que el HA.
Ácido Poli-L-Láctico (PLLA): Un material biodegradable que provoca una respuesta inflamatoria y la activación de fibroblastos, con efectos visibles hasta por 2 años.
Polimetilmetacrilato (PMMA): Un relleno permanente que promueve la producción de colágeno en el cuerpo.
Grasa Autóloga: Se describe su uso en procedimientos cosméticos, destacando su biocompatibilidad y resultados naturales.
¿Existen muchas técnicas de inyección?
Zonas de inyección y Técnicas Específicas: Detalladas para áreas como la región temporal, frente, mejillas y canal lagrimal, con enfoque en evitar lesiones vasculares y alcanzar la profundidad de inyección deseada.
Complicaciones de los Rellenos Faciales: Raras pero potencialmente graves, incluyendo el efecto Tyndall y oclusión vascular. Se menciona la reversibilidad de los rellenos HA con hialuronidasa y protocolos para prevenir necrosis cutánea tras oclusión vascular.
¿A qué conclusiones llegaron los autores?
Las inyecciones de relleno facial, con avances en seguridad y técnicas de inyección, son herramientas clave en la cosmética para mitigar los efectos del envejecimiento, pero requieren una comprensión profunda de la anatomía facial y técnicas basadas en evidencia para reducir complicaciones.